Tu bebé ya domina el arte de gatear, se la pasa explorando los rincones más escondidos de tu casa y le divierte cuando lo encuentras en alguno de ellos.
Su sentido del humor es cada vez más evidente, ahora tus días son más divertidos e incluso cansados, pasas mucho tiempo con el inventando juegos o simplemente persiguiéndolo por toda la casa.
Le encanta meter y sacar cosas, observarás como empieza a buscar entre sus juguetes objetos que quepan unos dentro de otros. Puedes comprarle o adaptarle una caja en la que pueda realizar esta actividad.
Su postura al sentarse es con la piernas totalmente extendidas y la espalda recta. Puedes intentar tomarlo de las manos y ayudarlo a caminar, aunque lo más seguro es sus pasos sean irregulares e inseguros.
En cuanto a su lenguaje, ahora estará mucho más “platicador”, aunque obviamente no entenderás lo que te está diciendo, intenta responderle en su mismo idioma, así el sentirá que está logrando comunicarse contigo y le será más fácil aprender a hablar.